A grandes rasgos, es un lugar fantástico. Silencioso, agradable, con un buen restaurante y habitaciones muy amplias y cómodas.
Sólo hubo un par de detalles muy sencillos de corregir para que pongan atención a ellos....
En la regadera había cabellos adheridos en la pared, como que sólo limpiaron el piso pero no la pared. A la regadera no se le iba el agua, por lo que se estancaba después de unos pocos minutos, y las toallas estaban rotas.
Estos detalles son poca cosa para la experiencia que fue MUY BUENA en general.