Acabamos de pasar el puente del 1 de mayo en Girona viajando un grupo grande. Hemos ocupado las dos casas y la estancia en las mismas ha sido comodísima!
Para empezar, la Masía es preciosa, hemos cumplido un sueño de alojarnos en una de esas fabulosas masías que ves por la carretera cuando viajas por Cataluña. La casa esta conservada magistralmente y decorada con muchisimo gusto. En el exterior podemos encontrar unos cuidadísimos jardines y un entorno natural privilegiado, destacando el majestuoso puente que se encuentra en la parte baja de la finca. Hemos hecho uso de la piscina aunque fuera final de abril, ya que el tiempo nos ha acompañado, excelente (y que cesped!!). Junto a las casas una zona de barbacoa con mesas, sillas sombrillas,... un verdadero lujo. El interior de las casas esta cuidado al detalle, no falta absolutamente nada incluso siendo muchos, como hemos sido nosotros (en todos los sentidos: utensilios de cocina, baños completos, materiales para barbacoa,...etc). Las habitaciones muy confortables, sobre todo las camas, muy muy comodas. El lugar es muy tranquilo y no hay ningún ruido que moleste, a no ser que uno sea un quisquilloso que le moleste que los pajaros le digan por la mañana que hace un tiempo precioso.
La situación perfecta, en un lugar estratégico para vistar tanto la costa como la montaña de Girona, a una distancia razonable de casi cualquier punto de la provincia, justo en el limite de la majestuosa Garrotxa y esa "pequeña Toscana" que es el Alt Emporda.
Y para finalizar, lo mejor de la casa. Sus amabilísimos propietarios y cuidadores, aquellos que ponen todo el empeño y mimo para que todo este perfecto, para que la estancia sea placentera, y para que uno se sienta como en su propia masía.
Gracias Dolors y Climent por hacer posible que estos días hayan sido inolvidables.
Moltes graçies per tot.