Hemos estado mi mujer y yo en Ca la Laia 2 noches, con bastante frio y viento en el exterior, pero en la casa no nos hemos dado ni cuenta. La calefacción funciona perfectamente, la casa está bien aislada y ha sido un placer estar en ella estos días. El entorno es muy tranquilo, extremadamente limpio, las habitaciones y la casa tienen todo lo necesario para garantizarte el confort, una mezcla perfecta de ambiente rural con todo lo que te puede hacer falta para que estés como en casa.
Mención especial a Francesca, la propietaria (a Manel, su marido, no llegamos a conocerle), que se desvive por sus huéspedes ofreciéndoles siempre todo lo que está en su mano para hacer de su estancia unos días inolvidables.
En definitiva, repetiremos seguro y muy probablemente vendremos con amigos, porque vale la pena visitar Ca la Laia.