Llegamos al hotel un viernes a las 16:00h y nos fuimos el domingo a las 12:00h. En todo ese tiempo, no hubo ni una gota de agua caliente. En el norte y en septiembre, ducharse con agua fría puede ser muy revitalizante... o te puede dar un infarto.
Desde la recepción del hotel, lo único que nos decían es que iba a pasar el técnico. Técnico que nunca apareció. Espero que la excursión del IMSERSO que entraba cuando nosotros salíamos, tengan mejor suerte y, para cuando quieran ducharse, el agua caliente funcione.