En efecto, fue una buena experiencia coger una casa con pista de padel; este año nos volvimos a reunir cuatro familias con niños y elegimos Casa Villa Gómez atraídos por la variedad de entretenimientos que ofrecía: futbolín, Ping-pong, jardín y pista de padel. Dijimos, que bien lo van a pasar los pequeños!! y nos equivocamos... porque quien realmente se lo paso pipa fueron los cuarentones, cambiaron muchas de las tradicionales partidas de cartas por partidos de padel, participaron en el juego hasta los niños, menudos partidos!! Se hizo la estancia muy agradable y distinta a otras. La casa esta genial, es grande y tiene de todo, el único defecto que le puedo sacar es que en el porche de la barbacoa falta un mueble con menaje y vajilla para esa sala, ya que te das muchos paseos hasta la cocina que esta en la planta baja, pero bueno eso es por poner un pero. Los padres del dueño viven en otra casa junto a esta, pero no te enteras de que están, son encantadores y te ayudan en lo que necesites, os damos las gracias desde aquí. Esta muy cerca del pueblo en el que hay de todo, ( buenísimas rosquillas con chocolate de la panadería), puedes ir caminando y visitar la basílica que es preciosa, aunque necesita ayuda para poder ser restaurada, desde allí puedes contemplar el paisaje, los preciosos campos de siembras de diferentes colores.... Y sobre todo se aprecia una paz increíble, que sosiego!.
No solemos repetir estancia porque nos gusta cambiar de destino, pero esta casa nos ha gustado mucho y es muy probable que repitamos. Hasta pronto!