Las fotos muestran cómo es el sitio, tiene unas maravillosas vistas del Duero. Pero lo demás en nuestro caso, fueron sólo problemas:
- lo más importante, una averia con el agua que supuso que un día por la mañana nos cortaran el agua sin avisarnos, con lo cual no pudimos disponer de agua y tuvimos que dejar el piso. Y nuestro último día, aunque nos habían avisado de que nos cortarían el agua a las 9:30, los trabajadores llegaron allí a las 9:00 para entrar al piso a trabajar, con lo que tuvimos que correr para marcharnos de allí antes de tiempo y a toda prisa.
- no impresión es que todos los pisos de ese edificio están alquilados, con lo que dependes de quien esté en el resto los mismos días que tú. En nuestro caso tuvimos muy mala suerte. Los vecinos de arriba tocaban la guitarra y hacían ruido hasta altas horas de la noche, volvían borrachos y dando gritos a las 4-5 de la madrugada, dando portazos y golpes.
- casi siempre alguien se deja abierta la puerta del portal
- nos dejaron solo un rollo de papel higiénico y tres toallas (una grande, una mediana y una pequeña), lo que para dos adultos y un niño durante 6 noches es realmente poco
- en los armarios de la cocina había cestas y otros objetos con moho verde
- la cortina de la ducha y la barra se caen fácilmente
- la cama es bastante incómoda
- hay un sofá cama en el salón, pero no dejaron ni un juego de sábanas una manta o un algo para utilizarlo.
Conclusión: buenas vistas, pero no merece la pena