Me he hospedado antes y después de su remodelación. Y debo decir que me llevé una grata sorpresa. La decoración, ambientación, acabados y nivel de servicio son de un hotel de renombre.
Me encantó la zona de bar y restaurant "Ardee". Los muebles de alrededor muy modernos con iluminación led de tonos cálidos, música relajante para la ocasión y la comida muy aceptable.
Las habitaciones siguen siendo pequeñas como en su versión anterior, pero funcionales y suficientes para un correcto descanso.
Se encuentra en el primer cuadro de la ciudad, así que no tendrás problemas por encontrar farmacias, restaurantes, bares, super mercados y puntos turísticos.
En definitiva, una gran experiencia.