Pros: Quiero compartir mi experiencia en este alojamiento porque ha sido excepcional.
Los anfitriones perfectos: Ninguna pega para que entráramos a la hora que nos viniera bien, una cordial acogida, recomendaciones turísticas, sentido del humor... un detalle de orujo casero de cortesía para que lo probáramos durante la estancia... leña y sarmiento para la barbacoa... Contacto telefónico para cualquier duda o percance.
Sobre la casa: Todo perfecto e impecable, huele muy bien. Las sábanas y las toallas (de buen tamaño y buen algodón) precintadas de lavandería. El menaje de la cocina completísimo y en perfecto estado, no le faltaba ni un detalle, era como estar en casa (cafetera italiana, americana, olla a presión, tostadora, exprimidor sandwichera, lavavajillas, lavadora microondas, plancha, batería de cocina, sartenes nuevas, placa de inducción, productos de limpieza, paños de cocina...) . No hemos sentido la necesidad de lavar nada antes de usarlo, todo estaba muy limpio. El uso es fácil e intuitivo. Cuenta con dos televisiones, dos neveras, unos altavoces con entrada USB. Tiene dos baños completos, uno con bañera y otro con cabina de ducha en el que hay una columna de hidromasaje: Impecables.
El jardín: Espectacular! Cada vez que terminábamos el recorrido turístico por la comarca, volvíamos deseosos por disfrutar de aquel espacio. Una pequeña piscina que nos dio la vida los días de calor, tumbonas, columpio, columpios infantiles, el merendero bajo los arcos, la fantástica barbacoa... Yo no sé la diversidad de árboles y arbustos que tiene plantados y con esmero cuidados.
De verdad, no tengo ningún interés personal que el que sea reconocido el trabajo de estas dos personas: Genoveva y Eduardo, porque después de conocer otros muchos lugares, este merece un reconocimiento especial por el amor que ponen en hacer cada cosa. Gracias, volveremos.