La casa es más grande de lo normal con grandes ventanas, la cocina bien equipada y, aunque no tiene jardín, se puede cenar y hacer una barbacoa en el patio detrás. Hay amplio espacio para aparcar. Para los abuelos hay una rampa para entrar en la casa por detrás (con dos escalones), y dos dormitorios y un cuarto de baño en la planta baja. El único problema era que los colchones eran bastantes incómodos. El sitio es excepcional, con bonitas playas y la ría de Niembru a unos minutos de pie.