Nos alojamos en la Casa Rural La Tahona desde el 19/08 hasta el 25/08, coincidiendo con los últimos días de las fiestas de Lerín.
La casa es maravillosa, con mucho encanto (paredes de roca, puertas y suelos originales de la casa, cocina antigua -como la de mi abuela allá en el pueblo-...), no le falta detalle alguno (menos con un spa con jacuzzi y baño turco espléndidos).
La decoración extra cuidada y llevada a cabo con gran mimo y esmero. La cocina altamente equipada y una barbacoa estupenda para aprovechar la gran calidad de los productos que se venden en el pueblo.
El peque, de 5 años, disfrutó de lo lindo con las vaquillas y los toros, hasta el punto de que no quería volverse a casa (Barcelona). Le sorprendió mucho que se repartiera el pan a las casa en furgonetas. Se levantaba emocionado para ir a saludar a los vecinos y comprar el pan.
Las gentes del pueblo acogedoras, nobles, sencillas, agradables, amables, ... un 11 sobre 10. Y qué decir de Nieves y de Alfredo... Difícilmente, volveremos a encontrar a personas tan acogedoras y preocupadas por el bienestar de las personas que se alojan en su casa como ellos. Claramente, saben lo que se hacen, y sus inquietudes y perspectivas de futuro no hacen más que mejorar la, ya muy excelente, impresión con la que marchas de su casa rural La Tahona.
Sin duda, ya sabemos dónde pasar nuestras futuras vacaciones.
Muchas gracias a Nieves y a Alfredo y gracias a Lerín por estas vacaciones tan especiales.