Cuando fantaseas con vivir en la montaña en tu imaginación aparece una casa de piedra como "La Pegatera". Aislada en medio de la montaña, en un paraje realmente hermoso y con abundancia de fauna y setas a finales de verano y otoño. Durante nuestra estancia, al anochecer, nos venía a visitar un zorro en busca de algo de comida, no fallo ni una noche! ...vimos conejos, otros zorros, un tejón y huellas de cabirol, en castellano corzo. Se respira autenticidad en todas sus estancias...piedra, madera, mobiliario rústico, chimeneas en los salones, estufas de leña en las habitaciones, el agua que brota de los grifos es de manantial y una decoración muy auténtica. Todo el mobiliario restaurado solo en su justa medida, con mucho gusto. La atención que prestan los propietarios, Pepona y Jordi, cercana y natural, muy atentos en todo momento. Gracias por todo !! Realmente recomendable para los que que les gustaría ser protagonistas de un cuento. Anna, Kiko y Aina