Todo es exactamente como lo describe el propietario. La casa es encantadora, muy rústica, decorada con muy buen gusto, limpia, arreglada con unas vistas que quitan la respiración y un entorno magnífico. La aldea es pintoresca y la gente de allí amabilísima. El entorno, ideal tanto para disfrutar del agua (ríos y también playas bastante cerca) como para hacer senderismo, ver animales, algo de historia y disfrutar de la buena acogida de toda la gente de la zona. El propietario es muy amable y nuestro trato ha sido muy fácil y muy agradable. Sin lugar a dudas, lo recomiendo para unas vacaciones rurales en paz, pero con muchas actividades interesantes que hacer.