El primer día, la cafetera estaba rota, la manguera de la piscina también rota, las luces exteriores no funcionaban, había telarañas en los escalones de la escalera interior de la casa. Imposible dejar comida en ningún lugar, tanto de la cocina como en el resto de la vivienda, las hormigas aparecían por todas partes. Grifos que no abrían, mínima presión en la salida del agua de los grifos de las baños donde lavarse las manos. Los electrodomésticos, lavavajillas, nevera, vetustos y, no dejaban las cosas, ni los platos limpios ni la
comida y bebida fria, limpieza pésima, la calidad de retransmisión de la televisión insufrible, se cortaba constantemente. Las puertas y ventanas, las persianas deberían cambiarse, deben tener más de 40 años, y ninguna funciona adecuadamente, y al cerrar las persianas hacian un ruido que nadie podía seguir durmiendo, si se levantaban temprano. Lo único realmente notable era el lugar, con bellas vistas al mar.