Ya me había alojado allí hace seis años y hemos vuelto a repetir (seguro que no será la última vez). La casa es magnífica, muy cómoda y perfectamente equipada con abundante ropa de cama, toallas, manteles, utensilios de cocina, vasos, copas, fuentes, sartenes, cacerolas, con todo tipo de electrodomésticos, wifi... El magnífico jardín es grande y muy bien cuidado. El emplazamiento es excepcional, cerca de São Martinho de Porto pero sin las incomodidades de las aglomeraciones de este turístico destino. Pero, con todo, lo mejor es la exquisita atención de Élio y su esposa, realmente encantadores.